domingo, 27 de septiembre de 2015

La presión de ser Ruby Rose

Tengo tanta rabia dentro, tanta impotencia, tantas ganas de empezar a quemar, de pegar, de gritar. Quisiera poder olvidarme de los malditos estereotipos de su belleza; pero lo siento, bueno, no, no lo siento; no soy tan fuerte, no soy tan infalible a la cantidad de imágenes que llenan mi cerebro.
Me parece la hostia poder expresarme a través de la ropa o el pelo que llevo o como me maquillo o infinidad de cosas. Pero no sé que mierdas está pasando por mi cabeza, cuanto más claras tengo las ideas sobre mi identidad de género más presión siento. Y es el maldito binarismo, me está quemando mucho estas últimas semanas, sobre todo estos últimos días.
Cuando conseguí aceptar mis curvas, ver que mi cuerpo era sexy y potente, que podía ser una mujer de curvas increíble, pues me di cuenta que no, que no era una mujer. Así que otra vez a vueltas con el cuerpo, con su representación. Volví a odiar los espejos, volví otra vez al control y descontrol de la comida. Y lo que antes eran unas tetas demasiado pequeñas, hoy me parecen demasiado grandes; y bueno, mis caderas, siempre fueron anchas, pero ahora eso es un problema más grave. 

Me muevo en un marco estético de expresiones de género diversas, pero últimamente me muevo más entre lo que yo considero "neutro" y "masculino", y es aquí donde encuentro mayor presión. No quiero decir que no la tenga si mi expresión de género se lee como "femenina" (y según que "feminidad"). Es sólo que con la feminidad subversiva llevaba más tiempo de trabajo y autoaceptación, había conseguido más referentes, tanto cercanos como en los medios alternativos. Así que cuando me di cuenta que me sentía cada vez más comode con ropa y estética más "andrógina" o "masculina" empecé a buscar referentes, bueno, muchos aparecieron sin buscarlos. Y fue ahí cuando entre tantes pareció Ruby Rose. Ruby Rose según la prensa: "el nuevo poder de seducción" "cuando crees que eres heterosexual pero te pone Ruby Rose" "gente de todas las orientaciones reconociendo sentirse atraida por ella" "su fluidez de género es uno de los atributos que más notoriedad le ha dado" y según ellx "no me identifico con ningún género concreto". Parecía genial, un referente para las personas de género fluido, su vídeo Break Free nos hacía, en un primer vistazo, poner sobre la mesa el asunto de la fluidez de género. Pero los mass media nunca van a consentir que los estereotipos se muevan demasiado de donde están. Si tu expresión de género es fluida, no binaria o andrógina no nos importa, pero nos debes belleza, y esa belleza se traduce en blanquitud, delgadez, altura, rasgos faciales concretos y demás requisitos que se exigían ya anteriormente, sólo que ahora puedes ponerte camisa y tirantes, cortarte el pelo y ponerte tupé. Y así caí (caímos¿?) en la trampa. Nos movemos en los márgenes, pero no terminamos por romperlos. Y no es por Ruby Rose, es por su trato mediático, es la nueva belleza, estoy hasta el coño de esas bellezas alternativas.
Siento muchas presión sobre mi cuerpo, y no es sólo porque lleve el binder puesto, aunque esté sole en casa. Es la presión de tener que tener un aspecto determinado para que la gente respete tus pronombres, tu nombre y como dirigirse a tí. Les odio, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, quiero gritar.
Y no puedes estar gorde, porque entonces tus tetas y tu culo serán más grandes y leídos como cuerpo de mujer, te tratarán en femenino todo el rato, no respetarán tu deseo de fluidez de pronombres. Su cálculo va así tetas+caderas anchas=mujer.  Pues nooooooo.

En este camino laberíntico interminable en el que batallo entre rechazo y aceptación, me encuentro con gente increíble, gente súper sincera y súper genial, gente en la que encuentro apoyos y nuevos referentes. Intento que el reflejo del grupo me devuelva una cara amable, y lo hace, juntes somos más fuertes. Sabemos que no somos Ruby Rose ni Rain Dove, no somos modelos, nosotres desfilamos por la pasarela de la calle, donde las miradas son constantes, donde el misgendering es el pan nuestro. Sabemos que juntes tenemos ese potencial del apoyo mutuo, del compartir experiencias similares de vida. Es por eso que os echo de menos, bueno no, os echo de menos por mucho más, sois personas maravillosas, me encanta compartir espacio y tiempo con vosotres. Ojalá la vida nos siga conectando. Hoy, que la luna se volverá roja, es una noche mágica para invocar a las energías del cambio. Cada vez que la mire pensaré en vosotres, somos infinites, somos inmortales, somos el cambio, vinimos aquí con una misión, trascenderemos lo binario.