jueves, 24 de octubre de 2013

Vivir el pasado

Es esa sensación que te oprime el pecho, que te ahoga, que te asfixia, que te come por dentro, que te acelera el corazón, que bloquea tu razón, que te impide pensar en un mañana. Las lágrimas inundan mis ojos, no puedo parar de llorar, la tristeza me sobrecoge, nunca más, hay cosas que no volverán, personas, lugares, momentos... Los echas de menos, los lloras, los sientes, intentas perdonarte por aquello que no hiciste, intentas no caer en el vacío, intentas reconciliarte contigo misma por los buenos momentos vividos, respiras profundo, suspiras y te perdonas, te das las gracias por seguir viva, por ser fuerte y, a la vez, ser sensible y cariñosa. Asumes que el pasado nunca vuelve e intentas deshacer el nudo de tu garganta que te deja sin aire. No hay éxito, habrá que intentar sobrevivir, que dejar que pase el tiempo, tener la esperanza de que la herida abierta cerrará, intento ser yo quien de los puntos de sutura, sería injusto refugiarme en vosotrxs para consolarme.


Sólo el trabajo y el sueño me evaden de los recuerdos, sólo por momentos logro que los alfileres no me atraviesen el corazón. Por favor, ya basta, quiérete, quiérete aunque estés sola, quiérete porque te lo mereces, porque has crecido demasiado rápido en estas últimas semanas, sabías que te pasaría factura y las hormonas no ayudan nada, sabías que el viaje no acababa con pisar Madriz, sabías que tendrías que pasarlo y aún así arriesgaste, apostaste por ti, por conocerte, por reencontrarte, por mirar dentro de ti a través de las miradas de lxs otrxs. Esas miradas profundas de ojos negros, esas miradas de la tristeza, de la injusticia, del hambre, de la explotación, de la miseria; esas miradas que se mezclan con otras miradas, miradas de inocencia, de seducción, de lo prohibido, de curiosidad, de inquietud.

¿Volverás? No sé, no sé si volveré, pero sabes que nada será igual aunque vuelvas, nada será nunca igual, de ahora en adelante nada podrá ser lo mismo, los recuerdos no se borran de mi mente, decidieron echar cimientos y quedarse para siempre. No me juzgues por sentirme así, no te juzgo, sólo digo que no merece la pena estar tan triste, porque no podrás volver atrás y no puedes adivinar el futuro, perdónate, joder, que vales mucho.