Es esa sensación que te
oprime el pecho, que te ahoga, que te asfixia, que te come por
dentro, que te acelera el corazón, que bloquea tu razón, que te
impide pensar en un mañana. Las lágrimas inundan mis ojos, no puedo
parar de llorar, la tristeza me sobrecoge, nunca más, hay cosas que
no volverán, personas, lugares, momentos... Los echas de menos, los
lloras, los sientes, intentas perdonarte por aquello que no hiciste,
intentas no caer en el vacío, intentas reconciliarte contigo misma
por los buenos momentos vividos, respiras profundo, suspiras y te
perdonas, te das las gracias por seguir viva, por ser fuerte y, a la
vez, ser sensible y cariñosa. Asumes que el pasado nunca vuelve e
intentas deshacer el nudo de tu garganta que te deja sin aire. No hay
éxito, habrá que intentar sobrevivir, que dejar que pase el tiempo,
tener la esperanza de que la herida abierta cerrará, intento ser yo
quien de los puntos de sutura, sería injusto refugiarme en vosotrxs
para consolarme.
Sólo el trabajo y el
sueño me evaden de los recuerdos, sólo por momentos logro que los
alfileres no me atraviesen el corazón. Por favor, ya basta,
quiérete, quiérete aunque estés sola, quiérete porque te lo
mereces, porque has crecido demasiado rápido en estas últimas
semanas, sabías que te pasaría factura y las hormonas no ayudan
nada, sabías que el viaje no acababa con pisar Madriz, sabías que
tendrías que pasarlo y aún así arriesgaste, apostaste por ti, por
conocerte, por reencontrarte, por mirar dentro de ti a través de las
miradas de lxs otrxs. Esas miradas profundas de ojos negros, esas
miradas de la tristeza, de la injusticia, del hambre, de la
explotación, de la miseria; esas miradas que se mezclan con otras
miradas, miradas de inocencia, de seducción, de lo prohibido, de
curiosidad, de inquietud.
¿Volverás? No sé, no
sé si volveré, pero sabes que nada será igual aunque vuelvas, nada
será nunca igual, de ahora en adelante nada podrá ser lo mismo, los
recuerdos no se borran de mi mente, decidieron echar cimientos y
quedarse para siempre. No me juzgues por sentirme así, no te juzgo,
sólo digo que no merece la pena estar tan triste, porque no podrás
volver atrás y no puedes adivinar el futuro, perdónate, joder, que
vales mucho.