jueves, 13 de septiembre de 2012

La ley del más fuerte

 
Si queremos ser libres deberíamos dejar la rabia y la violencia para canalizarla y luchar contra lo que realmente nos oprime, no perdiendo el tiempo en batallas absurdas porque tu colega le ha dicho al colega de mi colega que un día de hace no sé cuanto le dijo no sé qué cosa y le hizo no sé cuál otra. La imposición por la fuerza, ya sea de unos pensamientos o de unas acciones, siempre ha ido ligado al poder establecido, pero no podemos olvidar que todxs llevamos un/a represor/a dentro de nosotrxs, la sociedad nos ha hecho así pero depende de nosotrxs desaprender y volver a aprender nuevas formas de relacionarnos entre nosotrxs. Resolver los problemas a base de hostias no debería ser una opción cuando existe la posibilidad de dialogar, aunque sea de forma mediada, no todxs tenemos que llevarnos bien, ni ser amigxs, se trata de respeto o, simplemente, de dejar vivir al/a la otrx. Si algo tengo claro es que las amenazas no me callan ni me hacen cambiar de opinión, si acaso la refuerzan.
 
Creo que las personas que se pasan su vida odiando a lxs demás no viven, ni dejan vivir al resto, sus malas energías se contagian y hacen que las personas que lo notan se alejen o acaben contagiándose de ese espíritu destructivo. Yo no quiero pasarme mi vida odiando y, aunque sé que hay gente que no perdonaré en la vida, el odio pasa y no dura para siempre, pero esto lo hago por mi salud física y mental, no por la persona a la que no soporto. Hace tiempo que intento asumir que no le caigo (ni le caeré) bien a todo el mundo, incluso asumo que hay quien me odia y quien me quiere ver fuera del planeta (o por lo menos de su vista). A la vez que asumo esto me centro en todxs lxs amigxs que tengo, lxs que tuve y lxs que me quedan por conocer; toda la energía positiva que me aportan, los momentos juntxs me llenan de vitalidad.
  
Imponer por la fuerza (ya sea física, verbal, de poder, de privilegio...) es algo que prefiero dejar en manos de quienes se llenana de odio, mi fuerza interior la uso para llenarme como persona y para compartirla con quienes estén conmigo. Esto no quiere decir que no me vaya a defender de las agresiones ni que no ataque las injusticias, pero a parte de esto existe un umbral de debates, discusiones, conflictos, problemas, peleas que pueden gestionarse de otra manera. Para crear un mundo nuevo debemos crear propuestas de cambio desde la base, desde nosotrxs mismxs.
 
SU LEY DEL MÁS FUERTE NO CALLARÁ MIS PENSAMIENTOS, NI CALLARÁ MI VOZ HASTA QUE NO ME CORTEN LA GARGANTA.